LA HISTORIA DE MI PADRE… “Tambien de Dolor se Canta…”

Boda de Luzma y Giorgio.... al fondo, Mi Comai dandose un buen vaso de cheve, el Compai de pie, a la derecha la guapa de negro, Mi Hermana La Corajes... Sentados, Mi Tio El Consentido (qepd), Mi Tio El Callado, gracias a Dios aun con nosotros, Mi Querido Padre (qepd) y Federico (qepd) amigo de toda la vida...

La historia de Mi Padre es una muy triste y al mismo tiempo muy alegre. El y Sus Hermanos quedaron huerfanos muy chicos, quedando al cuidado de Tias y Parientes.

Ya con eso su historia empieza con el pie izquierdo. Si anadimos que siendo todavia un nino fue testigo de la muerte de Mi Abuelo, quien acabo con sus propias manos su vida, nuestros problemas comparados con el sufrimiento que de nino vivio son ridiculos.

Aun asi, Mi Padre era muy alegre, le gustaba cantar y silbar mucho, una costumbre mas que herede de El. Segun me cuenta Mi Madre, cuando me fui a vivir a los Estados Unidos y me tardaba dias en llamar por telefono, Mi Padre se veia “apagado”, preguntando todos los dias por mi llamada, pero cuando sonaba el telefono y era Yo quien hablaba con El, Mi Padre parecia un jilguero.

A Mi Padre le gustaba el alboroto, tenia muchos amigos con los cuales se parrandeo de joven y cuando ya se establecieron y formaron familias, la amistad continuo, recuerdo con mucho carino y nostalgia la infinidad de bodas, quinceaneras, fiestas y pachangas a las que fuimos invitados.

Yo me pregunto muchas veces de donde sacaba esa alegria por la vida, no se quejaba como muchos porque tenia que ir a trabajar, simplemente se levantaba y lo hacia. Raras veces se quejaba del mal clima.

Sera que tal vez necesitaba de esa alegria para espantar sus tristezas, que eran muchas. Yo a veces me sorprendo cuando estando distraida por algun problemilla o situacion incomoda, empiezo a silbar canciones enteras, y cuando menos pienso, se me olvido la preocupacion, aunque sea por un momento.

Extrano mucho a Mi Padre y cada dia que pasa me doy cuenta que soy muy parecida a El no solo fisicamente, tambien en la forma de pensar y actuar.

Y mientras sigo urgando en mi baul de recuerdos, continuo silbando una tonada que me ayuda a disipar las penas...